Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1893-1894 (Cortes de 1893 a 1895)
Sesión: 6 de mayo de 1893
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 27, 608-609
Tema: Incidente relativo a la prórroga de la sesión de 6 de Mayo

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Siento, Sres. Diputados, que se forme una tempestad, no en un vaso de agua, sino en una gota, porque no había motivo para tanto. El Sr. Muro podía tener razón, creo que la tiene, me basta que él lo diga, pero no puede dudar de la razón del Sr. Secretario de la Cámara. Lo que ha pasado es, que tienen razón todos, porque ha podido suceder que la simultaneidad de la pregunta y la petición de la palabra, que yo no he oído si la pidió en general, en cuyo caso el Sr. Presidente la anotó en la lista que lleva la Mesa. No es extraño, pues, que haya habido equivocación de parte de todos; y, Sres. Diputados, cuando hay en estas Cámaras una equivocación de esta naturaleza, cuando se trata de resolver por la letra del reglamento, toda la vida, señores, se ha dejado al Presidente que resuelva estas cuestiones; y la Presidencia, a la cual todos podemos someternos con la frente levantada sin que haya humillación para nadie, se ha considerado como la autoridad que decide en esta clase de asuntos. (El Sr. Salmerón: No lo hemos contradicho.) Ya lo hemos visto, porque al fin el Sr. Muro ha cedido a las manifestaciones de la Presidencia, acatando las indicaciones que le acaba de hacer. No hago cargos a nadie, lo que quiero decir es, que no había motivo para este pequeño disgusto que ha podido ocurrir entre las minorías y la mayoría.

Por lo demás, Sr. Muro, está bien que S. S. haga la protesta que ha hecho; no hay más sino que no tiene fundamento, porque el Reglamento dice terminantemente que las sesiones estas de las actas se pueden prorrogar. (El Sr. Salmerón: No lo negamos.) Pero como el Sr. Muro suponía que no se podía prorrogar? Claro está que lo que hacen las Cámaras no hay medio de probar que no sea la verdad legal, al fin y al cabo lo que las mayorías de las Cámaras hacen es la verdad legal, y no hay lugar para protestar contra eso. Ese es un vicio muy malo, que yo quisiera que no fructificara en ninguna parte.

Dice el artículo? (El Sr. Muro: Si no es eso, se-[608] ñor Presidente del Consejo. Yo no he negado la existencia de precedentes; yo he afirmado que no conocía ningún precedente.) Pero en fin, el caso es el mismo. Quiero decir, que si no ha habido precedente, será porque no ha habido necesidad de emplearlo; pero desde el momento en que el reglamento lo establece, claro está que puede hacerse si se cree necesario. ¿Y se puede negar que es necesario esto, cuando se trata de presentar unos presupuestos con las modificaciones que van a tener, y no teniendo por delante para discutirlos más que dos meses escasos? ¿Está o no justificada la urgencia? Si se tratara de unos presupuestos ordinarios, claro está que la urgencia no sería tan grande; pero si aun tratándose de presupuestos ordinarios faltaría tiempo para discutirlos, ¿qué no sucederá con los que vamos a presentar, y que están ya preparados esperando la constitución del Congreso para colocarlos sobre la mesa, a fin de que el primer día que se nombre la Comisión pueda ocuparse en su examen y dé dictamen cuanto antes?

Si al Sr. Muro le parece que eso no es urgente, y que por eso no hay prisa porque se constituya una apreciación de S. S.; y S.S. no negará al Gobierno y a la mayoría el derecho de hacerlo.

Por lo demás, el Sr. Muro ha hablado de un proyecto de ley que el Gobierno ha presentado a las Cortes proponiendo la suspensión de las elecciones municipales, en la idea que con ello hace un bien al país; S. S. cree lo contrario. Eso es lo que hay que discutir, la conveniencia o la inconveniencia de aplazar las elecciones.

Yo espero que la minoría republicana hará todo lo posible para discutirlo; pero también para no poner obstáculos a una medida que se considera de gobierno.

Podrá creer S. S. que es inconveniente; pero si el Gobierno y la mayoría creen lo contrario, eso no debe influir para emplear el sistema obstruccionista, porque esto no está bien en ninguno, pero menos en SS. SS., que tienen que cargarse de razón para que jamás haya nadie? (El Sr. Salmerón: Nuestra conducta responderá a la del Gobierno.) El Gobierno quiere que ese proyecto sea ley; y como hay tiempo para discutirlo, desea que no hagáis obstrucción; y como el Gobierno lo considera urgente, pedirá a la mayoría que lo vote.

El Sr. MURO: Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.

El Sr. MURO: ¡Qué verdad es, Sres. Diputados, que vivimos de ficciones y de convencionalismos! Digo esto, porque tiene mucho de ficción y de convencionalismo eso que el Sr. Presidente del Consejo de Ministros ha dicho de que la prisa porque se constituya pronto el Congreso obedece a su deseo de que se discutan los presupuestos, como si no fuese notorio que lo primero que vamos a discutir es el aplazamiento de las elecciones que tanto interesa al Gobierno y precisamente el daño de la discusión de los presupuestos por los días que se han de perder en ese otro proyecto. Pero en fin, sea de esto lo que quiera, conviene levantar acta de una promesa que, emanada de S. S., debe ser formal. Su señoría ha prometido que en la primera sesión del Congreso, ya constituido definitivamente, se leerán los presupuestos, celebraré mucho que así sea, y que oigamos el mismo día en que se constituya el Congreso la lectura de los presupuestos generales del Estado. El Sr. Presidente del Consejo de Ministros dice que sí, y me da la razón? (Rumores) En esto no me he equivocado yo, quien parece que se equivoca ahora es la mayoría. (Siguen los rumores.) Pero cabe la duda hasta este momento porque todavía el Consejo de Ministros no se ha ocupado en el examen de los presupuestos. Sigue afirmándolo S. S. y así será. Todos lo veremos.

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros ha dirigido a las oposiciones y especialmente a la republicana, un ruego, invitándonos a que no hagamos obstrucción. Está servido S. S., no haremos obstrucción, no entra esto en nuestros procedimientos parlamentarios, pero haremos guerra sin cuartel a ese proyecto de ley, empleando todos los recursos reglamentarios y entendiendo que ese empleo no constituye obstrucción. (Rumores en la mayoría.) ¿De cuándo acá el uso de los derechos reglamentarios para combatir o defender un proyecto de ley se ha llamado obstruccionismo? Después de todo, justificada estaría esta actitud en frente de un proyecto que no sólo es contrario a la opinión general del país, sino que va directamente contra el partido republicano, y esto es un reto al que no podemos menos de contestar con la energía de nuestras convicciones y con el uso legítimo de nuestros derechos.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Sencillamente para dar dos seguridades al Sr. Muro. La primera, que los presupuestos vendrán inmediatamente que el Congreso se constituya. (El Sr. Muro: ¿El primer día?) El primer día, si quieren SS. SS. que se prorrogue la sesión para que haya tiempo de presentarlos, y si no, al día siguiente.

Otra seguridad. Que el proyecto de ley a que se ha referido S. S. no se ha presentado contra el partido republicano. (Rumores en la minoría republicana.- El Sr. Salmerón: En contra del sufragio universal.) A favor de todos los partidos españoles, y principalmente del partido republicano, si el partido republicano quiere la sinceridad y la verdad electoral. (El Sr. Azcárate: Eso de la falsificación del sufragio es una superchería.)



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